miércoles, 9 de julio de 2008

Esther Vivas: “Es un mito que en los supermercados los precios sean más baratos que en una tienda de barrio”


Esther Vivas es miembro de la Xarxa de Consum Soliari y una de las coordinadoras del libro Supermercados, no gracias, editado por Icària Editorial y que ya va por su segunda edición. Hablamos con ella para analizar el impacto de la distribución y el consumo de productos en nuestras vidas y el papel que juegan las grandes superficies comerciales.
Además damos un vistazo a la situación del movimiento por un consumo responsable en nuestro país.

¿Qué papel juegan hoy en día los supermercados en nuestra sociedad?
Los supermercados ejercen un control total sobre la cadena de distribución de los alimentos. Nos encontramos que, muchas veces, son los supermercados los que acaban determinando lo que comemos, cómo lo comemos, en definitiva nuestro modelo de consumo y nuestro modelo de alimentación. Uno de los impactos más graves del modelo de distribución actual que generan los supermercados es el monopolio que ejercen sobre la cadena de comercialización de los alimentos. Por ejemplo, en el Estado español hay cinco empresas que controlan el 55% de la distribución de alimentos: Carrefour, Alcampo, Mercadona, Eroski y El Corte Inglés. Si a estos les añadimos las dos principales centrales de compra, nos encontramos que siete empresas controlan el 75% de la distribución de alimentos.


¿Qué es exactamente la Gran Distribución Alimentaría (GDA)?
Cuando hablamos de la GDA nos referimos a estas grandes empresas que controlan y monopolizan el mercado de la distribución de alimentos. Hoy en día la GDA sumada al modelo de agricultura genera, cada vez más, la desaparición de nuestros campesinos. Actualmente, en el Estado español poco más del 5% de la población activa es campesina y en Cataluña este porcentaje se reduce al 1%. Esto significa que nuestra alimentación queda en manos de estas multinacionales. Hay estudios que señalan que si este modelo de producción y distribución continúa, en los próximos quince años tendremos que importar el 80% de los alimentos. Es totalmente irracional, puesto que estamos consumiendo productos de la otra punta del mundo, con el impacto medioambiental que esto supone, cuando los mismos productos muchas veces se elaboran aquí.


¿Qué impacto tiene todo esto en las condiciones laborales?
Los trabajadores sufren en primera persona el modelo de distribución de alimentos y de producción. En los países del Sur las cadenas de distribución intentan establecer, cada vez más, un precio inferior y sacar el máximo beneficio. Esto implica presionar a sus proveedores en el Sur para que les sirvan el producto a un precio más bajo. Este proveedor, a la vez, se ve obligado a presionar a sus trabajadores, de tal manera que este modelo de distribución tiene un impacto directo en la producción y por lo tanto en las condiciones de trabajo en el Sur. Pero no sólo en el Sur, aquí también hay una precarización total de las condiciones laborales en los supermercados. Además, cuando los trabajadores se intentan organizar sindicalmente en las grandes superficies, se los hecha o se les persigue.


¿Sería posible una disminución de los precios actuales?
Los supermercados, a menudo, nos dicen que tienen los precios más baratos, pero esto es falso. Hay un estudio de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, que es el principal sindicato de campesinos a nivel estatal, que indica que los productos de las tiendas tradicionales son más baratos, siendo los supermercados un 11% más caros que éstas. Lo que sucede es que los supermercados llevan a cabo campañas de marketing donde anuncian algunos de los productos que en aquel momento tienen más baratos, pero la media de venta al público es más elevada.


Entonces, ¿el mito de que consumir en pequeñas tiendas de barrio es más caro es falso?
En la mayoría de supermercados la media de los precios de los productos no es tan barata como nos parece. En muchos casos, se trata de un mito. La gente considera que ir a comprar al supermercado es más barato y más cómodo, pero en la práctica cuando compras en un supermercado compras productos que en el fondo no son tan baratos.


¿Hasta qué punto el consumidor es libre de escoger lo que quiere y lo que no quiere?
En el modelo de consumo y de alimentación actual, las grandes cadenas ejercen un control muy grande y, de hecho, según varios estudios, el 80% de las compras se realizan en supermercados. Esto no quiere decir que nosotros no podamos rechazarlo. Hace falta partir de una toma de conciencia de los consumidores sobre qué implica la compra en estos establecimientos y, a la vez, es necesario también tomar conciencia política. Y, entonces, a partir de aquí, empezar a buscar alternativas.


¿Cuáles son estas alternativas?
Hay que optar por un modelo de consumo más crítico y responsable. Debemos de consumir aquello que realmente necesitamos. Pero a veces se puede caer en una cierta idealización del poder del consumidor y de la actitud en el ámbito del consumo. Creo que el poder del consumidor y la opción que escoge al consumir es importante, pero no se puede idealizar. También es necesario organizarse políticamente y de forma colectiva para generar cambios. En este sentido, es fundamental la organización política en el ámbito del consumo. Esto implica que el consumidor debe trabajar políticamente con otros sectores y colectivos que se ven afectados por este modelo de distribución como el campesinado, los ecologistas, las comunidades locales, los trabajadores y trabajadoras.


¿En qué momento se encuentra el consumo responsable en Cataluña? ¿Qué retos de futuro tiene por delante?
Ahora hay una creciente toma de conciencia por parte de la gente. El problema es que a veces esta toma de conciencia tiene un carácter despolitizado y es más resultado de una voluntad individual de consumir de forma más sana. El reto fundamental es la polititzación de estos sectores de consumidores y entender que un modelo de consumo alternativo sólo será posible con un cambio de paradigma y de sistema. Los retos de futuro pasan porque haya un trabajo político de cuestionamiento de este modelo. Se tiene que ir más allá y entender el consumo como el resultado del modelo y del sistema capitalista, y esto pasa por una organización colectiva de la gente.
Entrevista realizada por Manel Ros publicada en La Directa, nº87.

http://www.setmanaridirecta.info/

Fuente: Kaos en la red

lunes, 28 de abril de 2008

Acusan a Aguirre de ser una "comercicida"

El secretario de Economía y Empleo del PSM, Antonio Miguel Carmona, ha dicho este domingo que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, "se ha ganado a pulso el triste honor de ser una 'comercicida'".

Según Carmona, desde que gobierna Aguirre (otoño de 2003), la densidad comercial de la Comunidad "no ha hecho más que empeorar" y ya es "la más baja de España, con sólo 12,54 comercios por cada mil habitantes".

En paralelo, añade el dirigente socialista, "Madrid exhibe la tasa más alta de nuestro país en hipermercados, con un porcentaje de 74,7 metros cuadrados por cada mil habitantes".

"La suma de ambos datos -subraya Carmona- ofrece una radiografía escalofriante de la distribución comercial en nuestra comunidad: se avanza a pasos agigantados hacia una estructura de oligopolio, con la distribución comercial controlada por unas pocas grandes cadenas, lo que limita la competencia y favorece la inflación".

Para Carmona, las políticas ejecutadas desde el Gobierno Aguirre "sólo tienen un común denominador: favorecer la concentración de la distribución comercial en unas pocas manos, las de las grandes superficies, mientras que el pequeño comercio, maniatado, sin posibilidades reales de competir con estos grandes emporios, se ve abocado a la desaparición".

Esto, además, conllevará, según el PSOE, "la pérdida de miles de puestos de trabajo, la degradación de los barrios y la precarización del empleo que caracteriza en buena medida la contratación de estos grandes almacenes".

Por todo ello, el PSM se va a oponer "con todas las medidas a su alcance" al que considera "mal llamado" Anteproyecto de Modernización del Comercio, "ya que en realidad se debería titular Acta de Defunción del Pequeño Comercio en Madrid", según Carmona.

Además, el PSM va a denunciar esta situación ante la Dirección General de Comercio del Ministerio de Industria y ha exigido a la Cámara de Comercio que "rompa su pasividad y sea fiel a su razón de ser, la defensa de la actividad comercial en nuestra Comunidad".

"La Cámara de Comercio no puede seguir siendo espectador pasivo, cuando no cómplice activo, en este proceso de destrucción del tejido comercial y empresarial de la comunidad", ha declarado Carmona.

Noticia publicada en Madriddiario.

viernes, 18 de abril de 2008

No hay nada más antiliberal que la libertad de horarios comerciales



Nada más antiliberal que la libertad de horarios comerciales. Esa pretendida libertad no es más que un paso más en el afán liberticida del liberalismo, en la verdadera cuestión social del siglo XXI, que no es entre lo privado y lo público sino entre lo grande y lo pequeño. Es liberticida porque aumenta la libertad del grande para fastidiar al pequeño, porque reduce la libertad del trabajador para elegir, la del productor para vender y, sobre todo, la libertad del consumidor -antes llamado pueblo o ciudadano- para poder dedicar más tiempo a su familia, a sus amigos, a sus aficiones y, por qué no decirlo, a Dios.

Como siempre, los plutócratas, los oligarcas, nos venden su libertad de horarios con ese nombre: libertad. Saben que sólo las grandes estructuras -los hiper- podrán aprovecharse de esa libertad en detrimento del pequeño comercio. Veamos: el ciudadano no acude al hiper porque le guste, ni tan siquiera porque sea más barato que el ultramarinos de al lado de su casa. De hecho no lo es, especialmente en alimentos frescos, los que se llevan la parte del león en el presupuesto familiar. Lo que ocurre es que la reclusión del cuerpo social en grandes núcleos urbanos y los interminables horarios laborales, provocan que Juan Español no pueda ir a comprar sino el sábado y tenga que cargar para toda la semana. El mismo trabajo interminable que le impide tener una vida de familia y de amistad -y ya no hay ama de casa que cubran es flanco- le obliga a desplazarse en coche -más gastos- y convertir el vehículo familiar en una furgoneta de reparto.

Es el mismo fenómeno económico que ha llevado a que consideremos familia numerosa a la que se atrevido a tener tres hijos. Dos vástagos, incluso uno, parecen ya una multitud. Lógico: Si ambos cónyuges trabajan y viven en una ciudad donde la ida y vuelta al/del trabajo puede costar varias horas al día, y donde hay que comer fuera de casa, y donde no hay manera de encontrar vivienda adecuada para una familia numerosa lo lógico es lo que tenemos: dos sueldos, ningún hijo, compra en el hiper y una sociedad moribunda.

Gracias a abrir 365 días al año, 24 horas al día, los hiper consiguen aproximarse al monopolio, o lo que es peor, al oligopolio, forzando el cierre de los pequeños comercios, lease PYMES, la ruina del profesional, del autónomo, que representa el baluarte de la libertad individual. Ya he insistido en el importante detalle de que en los PAU de Madrid, en los nuevos barrios de este monstruo urbanístico en el que se ha convertido la capital de España, se levantan edificios sin bajos comerciales. El que quiera poner una pequeña panadería tiene que introducirse en los grandes centros comerciales, es decir, en grandes estructuras. Esto es, tiene que ser maloliente cola de león y renunciar a ser cabeza de ratón -que aunque sea de ratón, es cabeza-.

Pues bien, cuando los hiper consigan -y yo diría que han avanzado mucho- hacerse con el oligopolio, comenzarán la práctica del oligopolio: Por de pronto se convertirán en bancos. Ya no se les inscribirá en el sector alimentario sino en el financierp. Parece que venden naranjas pero no: venden tiempo. Presumen de vender más barato porque pagan más tarde a los proveedores y en unas condiciones leoninas.

Al tiempo, precarizan el empleo y fagocitan toda una serie de profesiones: -pescadero, carnicero, charcutero- que tienen su arte y que tradicionalmente han sido desarrollados por micro PYMES, empresas familiares y autónomos. La liberalización del comercio no produce clase media, sino una vuelta al proletariado. Si los viejos sindicatos de clase -los de ahora no sé exactamente qué son- volvieran a plasmar en gráficos la explotación laboral ya no recurrirían a la imagen de los jornaleros ubicados en la plaza del pueblo mientras el cacique señala con el dedo a los agraciados que van a tener el honor de trabajar; dibujarían a las cajeras hispanas de los grandes hipermercados franceses y alemanes (si quieren nombres: Carrefour, Alcampo, Lidl) esperando en una sala a que se aglomeren los clientes, momento en el cual el jefe de planta decidirá que es el momento de que ocupen su puesto en la caja con un contrato de ocho horas.

Por lo tanto, señora Esperanza Aguirre, no nos venga con liberalismo. El liberal de hoy es el autónomo, el pequeño propietario, que no pide un trato de favor: lo que pide es que el trato de favor no se lo den al grande, y que, para más pitorreo, el tal grande se presente como un campeón de la libre iniciativa: más bien de “su” libre iniciativa. Es más, es el hiper el que va a acabar con la libertad porque montar cualquier actividad comercial desde la nada se hace tarea imposible. La liberalización de comercio supone un atentado contra el derecho a la propiedad privada. En suma, es lo más antiliberal que se le ha ocurrido a la liberal Aguirre.

Habrá que repetirlo: la justicia social no estriba -no ha estribado nunca en la lucha de lo privado contra lo público sino en la sangrienta batalla de lo pequeño contra lo grande. Lo liberal, señora Aguirre, es lo pequeño. Y la justicia social, señor Miguel Sebastián, nuevo ministro de empresas, consiste en la promoción de la PYME, no en las grandes fusiones entre grandes multinacionales. Cuanto más grande sea una corporación, más plutócrata, más monopolística, más corrupta, más liberticida.

Eulogio López en el diario digital Hispanidad

sábado, 12 de abril de 2008

Competencia culpa a las grandes superficies de la subida de los alimentos en Euskadi

El poder de las grandes superficies en el País Vasco, donde tres grupos -Eroski, Carrefour y Auchan- controlan más del 65% del negocio, es la causa de que los precios de los alimentos hayan subido más en Euskadi que en el resto del país. Ésa es la tesis que sostiene el nuevo presidente del Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia (TVDC), Javier Berasategi, y que ayer expuso en el Parlamento autonómico. Sus recetas para acabar con esa situación «oligopolista» consisten en eliminar las barreras para la implantación de nuevos operadores y permitir también a los bazares chinos y demás establecimientos libertad de horarios comerciales para abrir domingos y festivos.

Berasategi compareció ante la Comisión de Industria, Comercio y Turismo a petición de los socialistas, que acusan al Gobierno Vasco de haber facilitado la expansión de Eroski hasta alcanzar la elevada cuota de mercado que ahora tiene. Apoyándose en un detallado informe, el presidente del TVDC avaló sus críticas con datos. Según un estudio realizado en 2003 por el desaparecido Servicio de Defensa de la Competencia, el grupo de distribución de Mondragón controlaba entonces un 40% del sector en Vizcaya y Gipuzkoa y casi el 50% en Álava. Le siguen, aunque a una apreciable distancia, Carrefour y el grupo Auchan, que funciona bajo las denominaciones de Sabeco, Alcampo y Simply Market.

La concentración en el País Vasco es mucho más elevada que en el resto de España, destacó Berasategi. Sólo en Ceuta y Melilla se da un caso similar, ya que Ahold goza allí de una cuota superior al 50%. Si se tiene en cuenta a las tres empresas líderes en Euskadi, su control del negocio se eleva al 65% en Vizcaya, 67% en Gipuzkoa y 85% en Álava.

Esta estructura «oligopolista» «puede facilitar precios superiores a los vigentes en un entorno competitivo», según el presidente del TVDC. En concreto, se refirió a la posibilidad de que el liderazgo de Eroski marque tendencia en este sentido. A su juicio, la excesiva concentración del negocio en pocas manos explica que los alimentos se hayan encarecido un 7,3% en Euskadi frente al 6,6% de media nacional y que «Bilbao y San Sebastián sean las ciudades más caras del Estado» en estos artículos. Vitoria está en camino de alcanzarles. La comunidad autónoma también tiene los salarios más altos del país.

Uno de los argumentos que esgrimió para sostener esta tesis es que los grupos de distribución están muy interesados en potenciar su marca blanca -en el caso de Eroski alcanza ya el 33% de sus ventas- , lo que puede inducirles a «aumentar los precios de los productos» de otras marcas. A esto se suma, explicó, que en Euskadi sólo una de las cuatro empresas líderes -Auchan, que tiene la denominación de Sabeco y Simply Market en Vizcaya y Álava, y Alcampo en San Sebastián- «tiene una política orientada a los precios bajos».

jueves, 20 de marzo de 2008

Yo no soy tonto... ¿o sí?

Hay de todo, las tiendas son enormes, y sus anuncios no paran de salir por televisión. Son las grandes superficies de electrónica de consumo. Pero ¿son el mejor lugar para comprar?

El pequeño comercio está en crisis. No puede competir con el enorme poder económico de las grandes multinacionales que gastan enormes presupuestos en publicidad. Sin embargo, si hay un sector en el que el pequeño comercio enseña los dientes y demuestra que puede ofrecer mucho más que las grandes superficies, éste es el de las nuevas tecnologías.


Cualquiera que haya ido a una tienda de informática especializada y a una gran superficie verá las diferencias aunque no sepa demasiado del tema. La gran superficie tiene a sus comerciales generalistas, que hoy pueden estar vendiendo impresoras y mañana móviles. Tal como se ha definido alguna vez a los periodistas: "son un océano de sabiduría... de tres centímetros de profundidad".

En cambio, en el pequeño comercio, muy a menudo es el mismo empresario el que atiende al cliente. Se trata de gente apasionada por el tema, y que se las tiene que ver cada día con los proveedores, con clientes insatisfechos porque la tarjeta gráfica no le daba los fotogramas por segundo que esperaba en su juego favorito, y que conoce perfectamente cuál es la mejor marca para cada periférico.
Y es que es la satisfacción del cliente su principal y casi única campaña publicitaria.


Publicidad engañosa

Es precisamente por lo anteriormente expuesto que las grandes superficies pueden ir rozando la mentira en lo que respecta a la publicidad. Productos rebajados sin mencionar que están descatalogados por el fabricante, ofertas estelares que luego no se encuentran en la tienda, o días especiales de oferta en los cuales sólo se venden (sin mencionarlo) ejemplares de exposición (usados) o devueltos por otros clientes.

De igual manera, los vendedores de estas empresas son entrenados para vender no lo que el cliente necesite, sino lo que la empresa necesite vender. Y no hablamos únicamente de la pantalla de plasma o del grabador de DVD, sino también de los servicios post-venta, que pueden intentar vendernos productos innecesarios cuando llevemos el ordenador a arreglar.

Precios

Una de las creencias arraigadas en el subconsciente colectivo es que las grandes superficies siempre tienen los mejores precios. Sin embargo, lo que puede ser cierto en productos comprados "a granel", no lo es (al menos no generalmente) en electrónica e informática.

Pensemos que una gran superficie no puede comprar 10.000 unidades de todos y cada uno de los modelos de un fabricante, por lo que si buscamos un modelo concreto, nos podemos llevar la sorpresa de que podamos encontrarlo al mismo precio, o incluso más barato, en una tienda especializada.

¿Por qué? Simplemente por el hecho de que la gran superficie compre un gran número de unidades de un producto que puede venderse mejor por el precio, mientras que la tienda especializada opte por tener en almacén aquel que sea mejor tecnológicamente y por lo tanto vaya a causar mejor respuesta entre los clientes.
Eso siempre que tengan el modelo que buscamos, ya que cualquiera que haya ido a una gran superficie sabrá que hay modelos que ni tienen ni piensan tener. Mala suerte.


Resumiendo

Puede que las grandes cadenas de electrónica e informática sean más útiles por el hecho de disponer de una gran variedad de artículos, pero desengañémonos: ni tienen los precios más baratos, ni son las más fiables.

Nuestro derecho y obligación como compradores es informarnos bien, comparar precios, y después optar por aquella opción que nos dé más garantías y nos asesore mejor. Aunque ni sea la más barata ni la más conocida. Y hay grandes posibilidades de que sea online.
No tendremos nuestro portátil dos segundos después de entrar por la puerta (o a la web), pero ya se sabe: lo fácil y lo bueno raras veces coinciden.

Reportaje publicado en el portal Terra.

jueves, 28 de febrero de 2008

CiU no apoyará a Zapatero si no consigue las competencias en horarios comerciales para ayudar al pequeño comercio

El portavoz de Economía y Hacienda en el Congreso y número seis de CiU a las elecciones generales, Josep Sánchez Llibre, ha anunciado que que si la federación tiene influencia tras el 9 de marzo reclamará la modificación de la Ley de Horarios Comerciales para que las competencias en esta materia recaigan en la Generalitat.

Sánchez Llibre recordó que esta ley la trajo al Congreso el entonces ministro de Industria, Comercio y Turismo José Montilla y que PSOE, PP, ERC e IU-ICV la apoyaron pese a un informe del Consell Consultiu asegurando que invadía competencias.

En un desayuno con comerciantes, el diputado aseguró que se dejarán "la piel" para que el comercio, las microempresas y los autónomos "vuelvan a recuperar la importancia que han perdido en los últimos años" por culpa del Ejecutivo catalán y del Gobierno central.

El diputado apuntó que también defenderán que se cree un fondo en el Ministerio de Economía y Hacienda para que los autónomos puedan jubilarse antes de los 65 años.

El número seis de CiU a las elecciones generales añadió que no se avergüenzan de que les llamen el "partido de los vendedores" y que son los únicos que pueden defender con "máxima eficacia y solvencia" sus intereses.

Sánchez Llibre sustituyó en este desayuno al candidato de CiU a las elecciones generales, Josep Antoni Duran, que no participó en este acto a pesar de que estuviera prevista su presencia. Sánchez Llibre atribuyó su ausencia a su estado físico y al "esfuerzo" que está haciendo en campaña electoral.

viernes, 22 de febrero de 2008

El Parlamento Europeo critica el abuso de poder de las grandes cadenas de supermercados



El Presidente de la Eurocámara, Hans-Gert Pöttering, ha anunciado la adopción de una declaración escrita sobre el abuso de poder por parte de grandes supermercados que operan en la Unión. Los diputados critican a las grandes superficies por presionar a la baja los precios pagados a los proveedores "hasta niveles insostenibles" y piden a la Dirección General de Competencia que investigue el impacto de la concentración del sector en las pequeñas empresas y los consumidores.

La declaración, que consiguió la firma de 439 de los 785 diputados de la Eurocámara, alerta de que la venta al por menor está cada vez más dominada por un número reducido de cadenas de supermercados, que se están convirtiendo en "controladores del acceso real de agricultores y otros proveedores a consumidores de la UE". Además, señala que existen elementos que indican que las grandes superficies abusan de su poder de compra para "presionar a la baja los precios pagados a los proveedores -establecidos tanto en la UE como en el extranjero- hasta niveles insostenibles e imponerles condiciones injustas".

Los diputados subrayan que algunos países han introducido disposiciones nacionales con el objetivo de limitar este abuso, pero reconocen que los grandes supermercados operan cada vez más a través de las fronteras nacionales, "lo que hace conveniente una legislación de la UE armonizada".

Por eso, solicitan a la Comisión que proponga medidas adecuadas de regulación para proteger a los consumidores, a los trabajadores y a los productores de abusos de posición dominante. Asimismo, instan a la Dirección General de Competencia a que investigue los impactos que la concentración del sector de los supermercados tiene en las pequeñas empresas, los proveedores, los trabajadores y los consumidores y, en particular, para evaluar los abusos del poder de compra que puedan derivarse de dicha concentración.

Más información
Texto íntegro de la declaración